¿MINISTERIO DE FORMACIÓN O MINISTERIO DE EDUCACIÓN?
- Christian Eulerich
- 19 may 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 20 feb
Soy industrial, empresario, inversionista y hace tiempo que me pregunto por lo establecido. Mercados y Gobiernos que no funcionan; no garantizan la Dignidad Humana hace demasiado. ¿Estamos dispuestos a revisar nuestras prácticas? Con este escrito propongo asuntos que emergen con mi rol económico. Quiero tratarlos de una vez por todas, distinto. Disfruten la lectura.

¿Conocen la diferencia entre el nombre que le damos al ministerio de educación en los países de habla hispana y, por ejemplo, los que hablan alemán? Se quedarán sorprendidos aunque luego tal vez digan; es obvio.
Las escuelas, los colegios, los centros de formación profesional o las universidades, ¿qué función cumplen? En otras palabras, nosotros como sociedad civil, ¿de qué podemos hacer responsables a estos espacios de encuentro y relacionamiento con aprendizajes para niños, jóvenes y adultos?
Ahora que lo mencionas me pregunto, ¿serían responsables de la educación o de la formación-capacitación, o todo eso junto? Vos viviste y estudiaste tu carrera en Alemania, ¿cómo hablan de esto allá? Es Ministerio de Formación o es Ministerio de Educación.
Leyendo un artículo sobre un asunto de innovación y desarrollo escrito precisamente en alemán, pillé algo que cambió mi forma de mirar nuestro sistema educativo, el que siempre dicen es insuficiente y está desactualizado.
Yo no me había percatado antes de esto y por eso fue especialmente interesante para mí, porque me surgieron una cantidad interesante de nuevas preguntas.
¿Son las mismas personas las que educan, capacitan y forman? ¿Educar, es lo mismo que formar? Las escuelas, ¿enseñan matemáticas o educan en valores?
Vale la pena mencionar, cómo expresan otras culturas sus pensamientos. La palabra Educación, por ejemplo en el idioma alemán, se utiliza muy distinto; para el acto de hacernos con otros, conviviendo en el hogar, con los padres, los hermanos, la familia, ellos utilizan la palabra erziehen. Sin embargo, para el acto de dar o recibir determinados conocimientos y/o saberes, ellos utilizan exclusivamente el verbo ausbilden, que tiene como raíz una palabra distinta, Bildung.
El vocablo utilizado comúnmente por los alemanes, austriacos –y otros que hablan alemán, cuando se refieren a ambos procesos, porque ciertamente son inseparables y uno no es sin el otro– no es Educación (Erziehung) como lo hacemos los hispanohablantes. Ellos utilizan la palabra Bildung y que no es sencillo traducir al español; es una palabra que expresa más temas y asuntos relacionados a la Formación que la Educación: más cerca del conocimiento, las aulas, la investigación.
Para nosotros, hispanohablantes, esto sucede exactamente a la inversa; la palabra que más utilizamos es Educación y en Latinoamérica este vocablo está pegado a las escuelas, las maestras, los políticos y las matemáticas (Formación), que de la creación de hábitos y costumbres distintas, rasgos que justamente perseguimos para parecernos a sociedades supuestamente más desarrolladas.
Y es aquí cuando surge lo interesante de observar: cuando un político o pedagogo austriaco habla de mejorar su sociedad en función a la Educación de sus habitantes, ellos citan la palabra Bildung, que se interpreta como lo que las universidades, maestras, alumnos y escuelas tiene como función, objetivo y meta.
Bildung es un deber, un desafío formativo y también al interior de cada persona, que a su vez contiene su Educación (erziehen) , por decirlo de alguna forma.
Entonces, al momento de promover el Desarrollo desde el Estado, el protagonista para ellos es siempre Bildung. Los programas de innovación, fomento al uso de nuevas tecnologías o la investigación científica como herramienta para mejorar la competitividad de la industria y el país, o lo necesario para mejorar la malla curricular de universidades, ellos lo trabajan minuciosamente, ofreciendo mejoras en el sistema y espacio que ellos puede controlar: Bildung, más cerca de nuestra palabra Formación. Mientras tanto, nosotros hispanohablantes lastimosamente utilizaremos la palabra Educación para prometer lo mismo.
Creo que innecesariamente subordinamos un concepto tan amplio. Los procesos son primero de quienes los gestionan: la maestra o el profesor universitario trae consigo sus formas y estas forman educando, o educan formando, porque exactamente también así sucede en una empresa con el gerente, un jefe y sus subordinados.
¿Por qué dices eso, Christian? Maestras impuntuales educan. Los baños sucios de la escuela también. Ahora que lo pienso, tienes razón, un jefe impuntual puede cambiar la noción del tiempo mi hijo, su puntualidad.
Justamente por eso, porque impuntualidad, maltrato físico, violencia verbal,
autoritarismo, explotación y otros anti-valores se experimentan en muchos momentos y distintos lugares de nuestra vida, no solamente en el hogar, escuela y universidad. Ojalá las experiencias negativas fueran una exclusividad de los espacios formativos y del hogar. Lastimosamente esto no funciona así, en la Economía sucede de todo.
No discuto la importancia de haber perfeccionado el significado del vocablo Educación con los adjetivos formal, no formal e informal. La verdad no sé que decir al respecto, porque el entendimiento generalizado de la palabra –como dice el lingüista Pierre Bourdieu– corresponde también a un mercado de oferta y demanda lingüística, que necesita y produce sus propias definiciones, así como mejor prefiere y demanda.

Aparenta insignificante lo que aquí comparto, pero parece que no lo es. Esta pequeña y sutil diferencia de significados –y sus usos interesados– podría traer algo luz del porqué en Latinoamérica seguimos responsabilizando a algunos (maestras, autoridades del Gobierno, profesores) de la destrucción de algo tan complejo, mientras creo todos somos parte de eso que no nos gusta; la Educación de otros.
Tal vez esto es resultado de una contradicción de la lengua que hablamos o una superposición engañosa, generada a partir de las acepciones de la palabra Educación en el diccionario. O incluso podría tratarse simplemente del efecto que dice (Pierre Bourdieu) que la gramática entrega apenas una parte del significado, el resto lo construye el mercado, los intereses, los líderes.
Finalmente imaginemos a nuestros ministerios y oficinas latinoamericanas de Educación con nuevos carteles que indican; Ministerios de Formación. Sí, ahora públicamente responsables de lo que vienen haciendo hace siglos, transferir conocimientos. Y la Educación ya no como el medio, sino como el fin, la esperanza, abrazando a todos sus actores y protagonistas sociales y públicos, los que intervenimos diariamente en este proceso que es evolutivo y no se puede detener y menos controlar.
Hoy en día la Educación en Alemania es vista como el deber de los padres y Bildung como el deber de la escuela.*
Miro nuestros modelos formativos, inmersos en nuestras costumbres, hábitos y formas de relacionarnos y que siento no suman; nuestra Educación determina nuestra Formación.
Como al final de cada escrito, comparto que escribo, porque no encuentro con quién conversar estos aspecto de nuestras realidades.
*Wikipedia.
Christian Eulerich
PD: Esta es solo mi opinión. Hay temas que, al conversarlos, movilizan nuestras ideologías y nuestras creencias de vida más profundas. Por eso, mis escritos están asociados a la dificultad de plantear lo incómodo de la economía en el contexto de mi entorno socioeconómico. Encontrar personas dispuestas a abordar estos temas no es sencillo. Aquí un 🔗 enlace para registrarte y recibir avisos sobre próximos posteos. Valoro que me hayas leído.
Me encanta la explicación de los orígenes de cada palabra (formación y educación) 🙌🏼.
Me parece muy importante esta distinción porque las palabras construyen el pensamiento y lastimosamente en nuestra cultura no nos enseñan la diferencia entre formación y educación…